Las mujeres somos recolectoras por naturaleza y el bolso es el fiel reflejo de esto. Se dice que los usamos desde la época de las cavernas en la que los hombres se iban a cazar y nosotras a recolectar frutos. El material de estos primeros bolsos era la piel de los animales cazados.
Para el siglo XVI, no se requería mucho de ellos ya que la moda la época implicaba grandes vestidos abultados cuyos pliegues daban espacio para guardar lo que la mujer necesitara. Para el siglo XVIII, la moda cambia drástica-mente y, cada vez, se usaba ropa más pegada.
bY:Frida&Co.
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